Continuando con nuestro avance de ayer, os compartimos unos comentarios sobre la votación de ayer en el Parlamento Británico, y la situación actual del Brexit.
Muy ajustada la votación en la que el Parlamento británico rechazaba ayer un Brexit duro, sobre todo la votación en una de 2 las mociones que se presentaban, no la inicial de May, presentada por una parte del ala conservadora, y en la que sólo se planteaba la salida, sin más opción que el “no-deal”, sin posibilidades de formular nuevas vías. 4 votos de diferencia a favor del “NO” en esta votación (312 a 308). Y esto nos pone en situación mucho más compleja respecto al análisis de qué hubiera pasado si se decanta hacia el otro lado la votación (hacia el “SI”) mientras, en la otra enmienda, la original de May, en la que se proponía una salida no pactada como “opción por defecto” si no se encuentra otra fórmula para implementar la salida, salía como resultados, como así ha sido, el “NO” pero con algo más de apoyo, no más de 43 votos de diferencia en cualquier caso (321 a 278).
En cualquier caso, que el segundo paso de esta semana de votaciones en UK se salda de una manera menos holgada que la descontada, y que encaramos esta jornada de jueves en la que se sigue esperando que todos, UK y los 27 socios por unanimidad, estén de acuerdo con una extensión del deadline de salida de la EU, aquel 29 de marzo, pero donde ya entran en el modelo nuevas variables. Por un lado, la posición de la Unión Europea respecto a esto imaginamos que se hará más firme y dura, de hecho muchos piden que no se esté a favor de la extensión si no es a cambio de una hoja de ruta mucho más clara sobre el proceso, porque esto es un divorcio iniciado por una de las partes pero, en algún momento, tendrá la otra que decir cómo, cuándo y hasta dónde varían las condiciones relacionales que existían “como pareja”. Y, por otro lado y enlazando con este punto, el “cuándo” es muy importante también, porque, si la EU reclama una extensión más larga de la que la otra parte tiene en mente, nos metemos en las elecciones europeas, y eso obligaría a UK a participar en ellas, algo a lo que no quiere llegar Theresa May, lógicamente.
La libra repuntaba, lo hacía desde el entorno de 1.32 hasta el 1.335 con que cerraba el día, ahora en un punto intermedio. Esta reacción quizás se producía por salvarse ese escollo de posibilidad de Brexit no pactado, aunque lo justo de la votación tampoco deja contento ni convencido a ninguna de las partes, mucho menos deja fuerte a una posición, la de May, que ha pasado muchísimas situaciones complicadas en los últimos meses y que desde fuera ya empieza a despertar incluso empatía, por lo que debe de estar pasando en estas jornadas interminables y por el aguante que demuestra tener.
Iván Sáez Fuertes | Executive Director | PAS – People Advisory Services
Ernst & Young Abogados, S.L.