En plena “campaña” de votaciones en el Parlamento británico, los mercados prefieren tomárselo con calma, con muchísima calma, quizás porque descuentan que, tras haber rechazado ayer la propuesta a la que llegaban Juncker y May el lunes por la noche, la ruta de consecución de los resultados de las siguientes votaciones, hoy y mañana, traerá como resultado algo que no es ni lo peor (“no-deal”), ni lo mejor (“deal”). Acabaremos en extensión o en “soft-Brexit”, pero con poca esperanza de que derive en un entendimiento sencillo, ya lo decía el lunes Juncker que no se moverían de esa concesión de ausencia de frontera en Irlanda solo temporal.
El rechazo de ayer era, nuevamente, aplastante, por 391 parlamentarios en contra, por 242 a favor, con lo que los cambios implantados en el nuevo acuerdo con la UE sólo conseguían corregir la diferencia que se daba en la votación de enero desde 230 votos hasta 149. Lejos de ser suficiente. Pero es que los rechazos de ayer no eran solo por parte de aquellos que quieren una salida brusca, y que siguen viendo en los nuevos términos del acuerdo un riesgo legal de que UK no tenga una vía para salir de la unión aduanera de forma unilateral en el futuro, sino también de aquellos que quieren un nuevo referéndum como escenario preferido, como los pro-europeístas del Partido Laborista.
Esto, por mucho que pudiera estar descontado, provocaba ayer una caída de la libra desde 1.325 hasta casi el 1.30, moviéndose ahora en un punto intermedio entre ambos valores y a la espera de nuevos acontecimientos. En este sentido, hoy tendremos seguramente un voto en contra de aplicar la salida brusca y, mañana, un voto a favor de negociar la extensión con la UE, una extensión por 3 meses y que tiene que ser autorizada por los 27 países de la Unión. Pero esto no soluciona los problemas, sobre todo si ya ha insistido Juncker y Barnier estos últimos días sobre la negativa a seguir negociando si no había acuerdo y, por ende, la no necesidad de un período de transición. Referéndum o coalición de parlamentarios pro-europeos que buscaran un “soft-Brexit” como mejor solución, dimisión de Theresa May, parecen las opciones más barajadas ahora mismo. Aunque a cualquiera de ellas parece que solo se llegará a través de ganar tiempo consiguiendo la esperada extensión mañana.
Iván Sáez Fuertes | Executive Director | PAS – People Advisory Services
Ernst & Young Abogados, S.L.