Ayer acontecimos al enésimo ultimátum de Boris Johnson a la Unión Europea. El tiempo pasa y nos acercamos al deadline. Y Johnson enviaba a la UE un nuevo documento que el presidente de la EU, Juncker, consideraba como de “avance positivo”, sobre todo porque crea un área regulatoria provisional, para productos agrícolas y manufactureros, aunque con fecha límite, para el problema del back-stop de Irlanda.
Hay flecos que habrá que mejorar, en palabras de Juncker. Aparecen las fechas del Summit europeo del 17/18 de octubre como fundamentales en este sentido, y lo que queda hasta entonces, como de avance en el estudio del documento. Pero no nos engañemos, porque lo que Boris Johnson lanza es un órdago en toda regla, porque alega que es su plan o la salida brusca de la EU, un resultado para el que afirma estar preparados. Sin duda, en el cierre de la conferencia de los conservadores británicos, Johnson se mostraba más vitaminado que en el documento oficial que luego enviaba a la Unión Europea, y sin duda también que los mercados se ponen al menos cautos, si no nerviosos, con esto, con esa posibilidad de salida sin acuerdo con más probabilidad, e incluso con la respuesta de la Comisión en términos más positivos, inicialmente (porque no será así) de lo que se podía prever.
En este sentido, y como buen termómetro de lo que siente y esperan los mercados, el FTSE, el índice bursátil de referencia de la Bolsa de Valores de Londres, caía ayer a mínimos de 5 semanas, con lo que pierde todo lo ganado en las últimas semanas tras tranquilizarse el tema con las continuas derrotas de Boris en sus planteamientos.
Iván Sáez Fuertes | Associate Partner en EY | PAS – People Advisory Services